El cortisol pasa factura y tu belleza la paga
- Redacción Nude
- 31 jul
- 3 Min. de lectura
Vivimos deprisa, comemos rápido, dormimos poco y exigimos mucho. Queremos estar bien, rendir más, vernos radiantes. Pero el cuerpo no entiende de agendas ni filtros: solo responde. Y su respuesta más instintiva cuando percibe amenaza —real o imaginaria— es liberar cortisol, una hormona diseñada para salvarnos… que puede terminar saboteándonos.
Combatir el cortisol elevado no va solo de comer bien. También se trata de descansar, decir que no, moverte con suavidad, desconectar del móvil, y permitirte no ser productiva todo el tiempo. Como recuerda Marian Rojas: “Las personas más felices no son las que tienen más, sino las que saben gestionar mejor su mundo emocional.”

“Cuando el cortisol se mantiene elevado durante semanas o meses, el cuerpo comienza a deteriorarse”, advierte la psiquiatra Marian Rojas Estapé, autora de referencia en la conexión entre mente, emoción y cuerpo. “Pierdes músculo, ganas grasa abdominal, te inflamas, tu piel se apaga, la caída del cabello se acelera y aparece el insomnio o la irritabilidad.”
“Pierdes músculo, ganas grasa abdominal, te inflamas, tu piel se apaga, la caída del cabello se acelera y aparece el insomnio o la irritabilidad.”
¿Qué es el cortisol y por qué te afecta tanto?
El cortisol es la hormona del estrés. Es útil, necesaria y protectora… pero solo en dosis adecuadas. Su función es mantenerte en estado de alerta ante situaciones de peligro. El problema es que el cuerpo moderno ya no distingue entre un incendio real y un correo electrónico sin responder. Y así, el cortisol se cronifica.Cuando eso sucede, se desencadena un efecto dominó en tu cuerpo:
- Aumenta el azúcar en sangre (y con ella la insulina)
- Se acumula grasa en la zona abdominal
- Disminuye el colágeno y la elastina
- Baja la producción de melatonina (duermes peor)
- Aumenta la grelina (la hormona del hambre)
- Se debilita el sistema inmune
- Se altera la microbiota intestinal
Las señales silenciosas del cortisol elevado
Puede que no lo sepas, pero si estás viviendo bajo estrés crónico, tu cuerpo lo está gritando en forma de:
- Ojeras marcadas y piel sin luminosidad
- Mayor sensibilidad o intolerancias digestivas
- Bruxismo, caída de cabello o amenorrea
- Hambre emocional y antojos constantes
- Ansiedad y cansancio que no mejora con descanso
Tu alimentación puede ser tu medicina (o tu disparador)
La nutrición es uno de los pilares más efectivos para modular el cortisol de forma natural. A continuación, te presentamos los alimentos que deberías priorizar —y los que conviene evitar— si quieres que tu cuerpo vuelva a sentir seguridad:
Tipo de alimento | Ejemplos | Beneficios |
Grasas saludables | Aguacate, nueces, aceite de oliva virgen extra, salmón salvaje | Nutren el sistema nervioso, reducen la inflamación |
Proteínas magras | Huevos ecológicos, legumbres, tofu, pavo, pescado blanco | Estabilizan el azúcar en sangre y regulan el apetito |
Carbohidratos complejos | Avena, boniato, arroz integral, quinoa | Aportan energía sostenida y evitan picos de insulina |
Verduras de hoja verde | Kale, espinacas, rúcula, brócoli | Ricas en magnesio y antioxidantes antiestrés |
Frutas ricas en vitamina C | Kiwi, frutos rojos, naranja, papaya | Reducen el daño oxidativo del estrés |
Infusiones adaptógenas | Ashwagandha, té rooibos, lavanda, manzanilla | Regulan el eje HHA (hipotálamo-hipófisis-adrenal) |
Azúcar refinado, harinas blancas, alcohol, café en exceso, alimentos ultraprocesados, ayunos prolongados o dietas restrictivas y comidas copiosas y nocturnas elevan el cortisol.
En NUDE apostamos por una belleza que nace de dentro, desde la conciencia y el autocuidado. Porque cuando tu sistema hormonal está en equilibrio, tu piel lo nota, tu energía se eleva y tu mirada se ilumina.Y eso sí que no se maquilla.
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