La ingeniería cosmética que cautiva por su eficacia
- Redacción Nude
- 31 jul
- 3 Min. de lectura
La cosmética española está viviendo una revolución silenciosa, liderada por mujeres que entienden la ciencia y la belleza como dos caras de la misma moneda. Uno de los casos más paradigmáticos es el de Lico Cosmetics, una marca nacida en Sevilla durante la pandemia que en solo cuatro años ha conquistado a más de 100.000 clientas, multiplicado por seis su facturación y se ha posicionado como un referente nacional en innovación, sostenibilidad y atención personalizada.
Estefanía Ferrer, ingeniera química por la Universidad de Sevilla, trabajó más de una década en Airbus antes de lanzarse al vacío: crear su propia línea cosmética. Durante el confinamiento, comenzó a formular productos en casa con una premisa clara: unir rigor técnico, ciencia aplicada y amor por la dermocosmética.“Durante el confinamiento no encontraba mi producto ideal… ahí fue donde la ingeniería jugó un papel clave. LICO es, en esencia, ingeniería cosmética”, explica Ferrer. Así nació LICO, acrónimo de Laboratorio de Ingeniería Cosmética, una declaración de intenciones desde el propio nombre.
“Durante el confinamiento no encontraba mi producto ideal… ahí fue donde la ingeniería jugó un papel clave. LICO es, en esencia, ingeniería cosmética”
La ingeniería cosmética como modelo de eficacia
A diferencia de muchas marcas que se escudan en el marketing verde, Ferrer es clara: “Cualquier cosmético requiere agua y conservantes. Nosotros no somos cosmética natural: somos ciencia aplicada”. LICO apuesta por activos potentes, fórmulas concentradas, resultados visibles y transparencia.Entre sus innovaciones destaca African Essence, con vitamina C estabilizada y aceite de melón del Kalahari, uno de los más ricos en vitamina E. “Importarlo fue todo un reto”, admite. También han desarrollado sérums para párpados caídos, papada, densidad capilar y líneas nasogenianas, además de tratamientos específicos para rosácea o acné.
“Cualquier cosmético requiere agua y conservantes. Nosotros no somos cosmética natural: somos ciencia aplicada”
Crecimiento orgánico, control total y escucha activa
LICO controla el 100 % del proceso: desde el I+D hasta la fabricación, el almacenaje y el envío. Su canal es 100 % digital, lo que le permite cuidar la atención al cliente como un activo clave. “Crecimos sin financiación externa, reinvirtiendo cada euro. Rentables desde el minuto cero”, resume Estefanía Ferrer.La marca facturó 1,5 millones en 2022, 6 millones en 2023 y prevé cerrar 2024 con más de 8,5 millones. La fidelización es clave: más del 40 % de sus clientas repite compra y se identifican como #LICOlovers. Cada lanzamiento se diseña en base a lo que la comunidad pide, y se testea clínicamente antes de salir al mercado.
Tecnología, cercanía y propósito femenino
Estefanía representa la nueva cosmética STEAM: mujeres científicas, empresarias y con sensibilidad hacia la belleza consciente. Participó en la aceleradora Lanzadera y ha recibido premios nacionales. El impacto no es solo económico: LICO empodera desde lo emocional, al ofrecer soluciones reales a problemas reales.“Queremos que cada mujer se sienta escuchada, comprendida y acompañada. No vendemos cremas, vendemos confianza”, afirma. Sus clientas valoran especialmente esa cercanía directa por WhatsApp, la personalización en la recomendación de rutinas y el compromiso con fórmulas que realmente funcionan.
¿Qué viene ahora para LICO?
La marca prepara nuevos lanzamientos, entre ellos una crema solar con filtros biológicos y fórmulas más enfocadas a prevención y longevidad de la piel. Estefanía anticipa que la cosmética del futuro será más personalizada, menos invasiva y basada en ciencia regenerativa.“La prevención de los signos de envejecimiento será clave. Queremos crear productos que mantengan la piel sana y joven, no solo que maquillen el problema”, sentencia.
Un modelo inspirador para la cosmética española
LICO Cosmetics es mucho más que una marca de belleza. Es una historia de valentía, ciencia, escucha activa y resultados tangibles. Un proyecto nacido de la vocación, sostenido con datos y alimentado por una comunidad que ha encontrado, por fin, una cosmética que las representa.
En NUDE, celebramos historias como la de Estefanía Ferrer: donde la piel, la tecnología y el alma se encuentran.
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